El 17 de Noviembre pasado el presidente Maduro eliminó de un plumazo, a través de un decreto ley, la exención al impuesto sobre la renta, que las cooperativas tuvieron desde el año 1966. La razón, esgrimida por el jefe del Seniat fue elemental “Son ajustes que se hacen y que van a permitir darle al pueblo y al tesoro nacional ingresos que son necesarios para seguir impulsando la revolución” Como necesitamos ingresos, lo sacamos de donde sea. A pesar de las protestas de los cooperativistas venezolanos, de importantes académicos y de apoyos solidarios internacionales, el gobierno no ha pronunciado ni una palabra más. La eliminación de la exención sigue su curso. Se impone el criterio de la habilitante, el Ejecutivo legisla fuera del ámbito de la Asamblea.

También en Costa Rica, el gobierno necesita mejorar sus ingresos. Sin embargo, se siguen otros caminos. Para empezar no hay cultura de otorgarle poderes legislativos al Ejecutivo. Es impensable una propuesta de Ley Habilitante. Adicionalmente, se sigue un proceso de consulta pública para cualquier modificación o creación de una ley, que si se incumple, es una casual de invalidación de una ley por “inconstitucional” (http://bit.ly/1Hiube1).

El 10 de marzo pasado el Ministerio de Hacienda inició el proceso de consulta pública, para la reforma de la Ley de Impuesto sobre la Renta, el cual se incluye como sujetos del impuesto, a las “Cooperativas grandes”, ya que se declaran exentas a las micro, pequeñas y medianas cooperativas y las que se dediquen a la venta de electricidad. Se le da tal valor a este proceso público de discusión, que el Ministro de Hacienda, al responder a una interrogante del periodista, opina: “En este caso de las cooperativas, el presidente Solís, llega a tener alguna diferencia, dijo que estaba con dudas, pero que también era lo suficientemente importante, como para que sea debatido a nivel nacional”. El propio Presidente Solís expresó: “Yo no estoy de acuerdo con algunas cosas que están ahí, se lo dije (al ministro), pero me parece muy bueno y que se debatan… la intención de Hacienda de cobrarles impuesto a las cooperativas grandes, ideológicamente me produce una cosa fuerte, pero estuve de acuerdo, porque creo que este país, merece ese debate”.

El contenido de la reforma en lo atinente a las cooperativas, va a contar con una gran oposición. Parlamentarios y el sector cooperativo se movilizan desde ya, lo que le auguran tiempos difíciles a los proponentes de esa reforma. Hay que rescatar sin embargo, la intención de debatir sobre la reforma fiscal.

La construcción de acuerdos es fundamental en una sociedad democrática. Nuevamente, en el caso de Venezuela, el autoritarismo como fórmula de gobierno ahorca las posibilidades de organización de los sectores populares. Totalmente diferente a la fórmula costarricense.